19 de marzo de 2017

EL FALSO MITO DE LOS PARADORES DE TURISMO

Una reciente estancia en el parador de turismo de Almagro(Ciudad Real), me ha motivado a escribir sobre los paradores de turismo de España.

Algo que estoy muy habituado a oír sobre estos establecimientos hoteleros, son opiniones de que son muy caros, antiguos, aburridos, elitistas...mitos que desde luego no se corresponden con la realidad. Os invito a conocerla, pero primero sepamos que son en realidad la red de paradores nacionales de turismo.

"Paradores de Turismo de España S.A.", es una empresa de titularidad pública, teniendo como único accionista a la Dirección General de Patrimonio del Estado. Sus orígenes se remontan a 1910, cuando el gobierno decide crear una estructura hotelera inexistente hasta entonces en España. Creados y pensados originalmente para dar hospedaje a los excursionistas y viajeros, al tiempo que se mejorara la imagen internacional de España, construyendo una serie de hoteles en lugares donde la iniciativa privada no llegaba teniendo condiciones para atraer turismo, como parajes de gran belleza, o poblaciones con variada riqueza cultural, artística o histórica. Con la inauguración del Parador Nacional de Gredos en 1928, se inicia la historia efectiva de esta cadena estatal, fijándose a partir de entonces todas las miradas en los edificios singulares, con una larga historia y un patrimonio monumental envidiable, así como los ubicados en parajes geográficos de gran interés natural.


Con el discurrir de los años los paradores fueron extendiéndose por todo el territorio nacional, alcanzando su mayor proceso expansivo en la década de los 60, coincidiendo con el importante desarrollo turístico que vivió el país, pasando de 40 a 83 establecimientos en ese periodo. Hoy día se han convertido en una amplia red de establecimientos que constituyen todo un ejemplo de seriedad, prestigio y reconocimiento, tanto a nivel nacional como internacional. Un producto único y exclusivo español del que podemos sentirnos orgullosos.


Mi amplia experiencia personal y directa me dice que he sido afortunado al haber podido conocer y sabido extraer lo mejor de ellos. Por circunstancias, mi padre fue un apasionado de estos sitios y pude desde pequeño comer, conocer e incluso alojarme en alguno. Luego ya como adulto, he seguido interesándome por ellos hasta poder decir que conozco exactamente la mitad de sus 95 establecimientos. Porque dormir en palacios, conventos, castillos, monasterios o simplemente en edificios modernos pero con la mejor ubicación, huyendo de las masificaciones y en la búsqueda del buen gusto como excelencia, es un auténtico privilegio. Si además el servicio esmerado, cuidado y limpieza de las instalaciones o detalles son una constante, podemos decir que estamos en el mejor sitio posible. A esto, no puedo olvidarlo, hay que añadir unos servicios de restauración en la mayoría de los casos impecables en todos los sentidos.


Bueno, ahora viene lo mejor. Aún no siendo objetivamente alojamientos baratos, en relación con lo que nos ofrecen la balanza cae totalmente a favor de estos, ya que cuando esto mismo es ofertado por la iniciativa privada, el precio sin ser exagerados sube más de un 50%. Pero la cadena lanza ofertas continuamente que buscándolas podremos obtener alojamiento a un precio bastante razonable. En cuanto a sus restaurantes, difícilmente podremos no salir más que satisfechos, cuando la materia prima, el servicio y las mejores elaboraciones de la cocina local son lo habitual, eso sin contar en los sitios que podemos llegar a comer, algo que para muchos es muy importante. Todo esto aseguro a quién no lo sepa, que es más ajustado en precio que la competencia siempre. No obstante, si pretendemos alojarnos un fin de semana en temporada alta, nos saldrá caro.

   

A todo lo anterior, valga como ejemplo mi reciente estancia en Almagro que citaba al inicio de este articulo. Un encantador convento del siglo XVI que al fin y al cabo era de los mejores edificios históricos del pueblo. Cómodo, acogedor, con una habitación muy amplia, plagada de detalles como lectura de calidad, salones a cual más encantador, jardines y patios para hartar, un restaurante estupendo. Cogimos un pack de dos noches, con cena y demás, donde desglosando cada noche nos salió por 54€, ridículo¿no creen?. 

Aunque igual es de lo poco público que funciona y bien, últimamente se han ajustado al mercado actual y si antes por ejemplo mantenían abiertos a capa y espada todos, ahora muchos de ellos abren sus puertas solo cuando la temporada es más favorable. 

Por todo esto, desmitifiquemos a los paradores, que son únicos, acogedores, cómodos, agradables y asequibles, además de un patrimonio turístico exclusivo de España. Sinceramente, alojarse en un parador es un auténtico placer...y no, no estoy subvencionado por paradores.

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